Informe de Batalla GUARDIA IMPERIAL VS NECRONES

 SABOTAJE

Guardia Imperial VS Necrones




En la misión Sabotaje se enfrentaron la Guardia Imperial de Abel contra los Necrones de Asavar Krom. La partida se disputó a 750 puntos en un mapa de mundo helado.

En esta ocasión, los necrones asumieron el rol de atacantes mientras que la guardia imperial hizo las veces de defensores. La misión de los atacantes consistía en colocar unas cargas explosivas y detonar un depósito situado en el centro del tablero. Por su parte, los defensores tenían que evitar a toda costa que esto sucediese.


Al inicio de la partida, varios centinelas de la guardia imperial se apostaron en el exterior del recinto, cubriendo todos los flancos posibles. Mientras, un nutrido pelotón se parapetó detrás de unas vallas para defender el depósito con sus vidas.

Pronto comenzaron a aparecer los primeros cuerpos metálicos por el borde corto del tablero, a apenas unos centímetros del primer centinela.  Las fuertes ventiscas favorecían que los necrones pudiesen avanzar sin ser vistos. Así, oleada tras oleada, se fueron acercando hasta que tuvo lugar el primer ataque: un enjambre de escarabajos metálicos acabó con la vida de uno de los centinelas, quien, en su horrible agonía, tuvo tiempo de dar la voz de alarma y alertar al resto de pelotones.

Comenzaron los primeros disparos: morteros y cañones neutralizaron la amenaza que suponían los espectros; casi invisibles gracias a su facultad para cambiar de fase. 


La entrada de la base estaba bien defendida. Un pelotón cubría las escaleras del depósito mientras que un imponente tanque Chimera protegía la entrada principal. Las correspondientes salvas de artillería continuaron causando más bajas entre los necrones, que pronto perdieron a su unidad más preciada: los inmortales.

Del flanco opuesto del tablero entraron como refuerzos un Hellhound y un Sentinel, mientras que un asesino Vindicare hizo lo propio sobre una colina situada a pocos centímetros del frente de batalla. Oculto, suponía un peligro constante para el líder necrón debido a su potente armamento capaz de atravesar cualquier tipo de armadura.

Las salvas de artillería continuaron matando más y más necrones, pero pronto la moral casi inquebrantable de la guardia imperial comenzó a decaer De cada cinco necrones que conseguían abatir, tres se autorreparaban y volvían a poner en pie. Así, continuaban su avance inexorable hacia su objetivo con su potente armamento gauss chisporroteando; ajenos a la abrumadora superioridad numérica de los seguidores del Emperador.

Las unidades en reserva de la guardia imperial estaban todavía demasiad lejos, mientras que el asesino apenas podía atinar al líder necrón entre tanto cuerpo metálico y tanta tormenta de nieve. 



En el frente, un pelotón de la guardia imperial fue ensartado por las bayonetas de los rifles gauss. Por su parte, el tanque Chimera quedó inutilizado tras el disparo de saturación de los guerreros necrones que se aproximaban por el lado derecho. 






Tan solo un regimiento de la guardia imperial separaba a los necrones de su objetivo. En un último acto de heroísmo, un pelotón de infantería caló las bayonetas y cargo de frente. Fue un suicidio que abrió una brecha para que los necrones alcanzasen el depósito, colocasen las cargas y lo detonasen. 

La misión se había cumplido y ahora el suelo nevado quedaba cubierto por restos de cuerpos mutilados, carcasas metálicas y metralla.







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